Confesión de fe

En esto creemos

CONFESIÓN DE FE DEL MINISTERIO

"SENDAS ANTIGUAS"

COMUNIDAD CRISTIANA REFORMADA

Creemos que:

1.- La Biblia es la Palabra inspirada por Dios, por tanto, es la Palabra de Dios en sí misma, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, excluyendo los libros apócrifos o deuterocanónicos. La Palabra de Dios es infalible e inerrante y es la única y suficiente regla de fe y práctica – Sola Scriptura. (2 Timoteo 3: 16; 2 Pedro 1: 19-21).


2.- Dios es uno, revelado en Tres Personas: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. (Deuteronomio. 6: 4; Mateo 28: 19; 2 Corintios 13: 14; Isaías 6: 3; Mateo 12: 32; Mateo 3: 16, 17).


3.- Jesucristo venció en la cruz y por medio de su resurrección venció al enemigo de nuestras almas Satanás, a los demonios, al pecado y a la muerte para siempre. Convirtiéndose en autor de eterna salvación para aquellos que por medio de él se acercan a Dios y le obedecen. (Colosenses 2:15, 1 Corintios 15. 53-57, Hebreos 5:9, Apocalipsis 1:18).


Cristología:

1.- Jesucristo es Dios manifestado en carne, el cual es verdadero Dios y hombre, teniendo por tanto las dos naturalezas, la Divina y la humana (Unión hipostática de Cristo). (Hechos 4: 12; Juan 1: 1; Romanos 9:5; Apocalipsis 1: 17, 18; Tito 2: 13; Filipenses 2: 5-8; 1 Timoteo 2: 5, 6; Colosenses 2: 9).


2.- Jesucristo nació de una virgen, María, la cual concibió por el Espíritu Santo, por tanto, el nace sin pecado, pero bajo la ley y nacido de mujer, para redimir a los que están bajo la ley. (Isaías 7: 14; Mateo 1: 20).


3.- Jesucristo, por el amor del Padre a la humanidad y por su mandamiento, murió voluntariamente en una cruz, fue sepultado, y resucitó al tercer día conforme a las Escrituras. Haciéndose él mismo maldición por nosotros para que nosotros seamos justicia de Dios en él. (Juan 3: 16; Filipenses 2: 8; 1 Corintios 15: 3, 4; 2 Corintios 5:21).


Soteriología:

1.- Por ese acto de obediencia al Padre, los pecados de los que creen y son recibidos por Cristo, son perdonados al llevarlos Cristo sobre Él mismo en la cruz. (1 Corintios 15: 3; Colosenses 1: 20; 2: 14; Efesios 2: 8, 9; Juan 1: 12).


2.- Jesucristo es el único camino provisto por Dios para la salvación del hombre, ya que El es el único Nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podemos ser salvos. Jesús es el hijo amado en el cual el Padre tiene complacencia, por lo tanto, sólo su sacrificio fue acepto a los ojos de Su Padre. (Hechos 4: 12; Juan 14: 6, Mateo 3:17).


3.- El hombre es pecador por naturaleza, siendo espiritualmente un cadáver, muerto en sus delitos y pecados, y destituido de la gloria de Dios, estando entonces imposibilitado para buscar a Dios por si sólo a menos que Dios lo produzca de manera soberana en la persona. Dios es quien busca al Hombre perdido y no al revés. (Romanos 3: 10; 3: 23; Efesios 2: 1).


4.- El hombre sólo puede ser justificado de forma gratuita por la gracia de Dios, mediante la redención que es en Cristo Jesús. Nadie será justificado por la práctica parcial o externamente total de la ley, ya que la Biblia enseña que nadie puede guardar perfecta o completamente la ley; sólo nuestro Señor Jesucristo guardó perfectamente la ley de Dios. (Romanos 3. 23-24, 8:7, Gálatas 2:16).


5.- Creemos en los atributos divinos como la presciencia, lo cual nos indica que Dios en su conocimiento previo de las cosas decreta y determina lo que debe acontecer con cada ser humano y toda su creación. Por ende, existe la predestinación de los elegidos o escogidos de Dios, siendo llamados por gracia y sustentados hasta el final de sus vidas en este mundo por el poder de Dios y jamás por sus propias fuerzas. Por lo cual los elegidos de Dios no podrán resistir esa gracia o frustrar el llamado de Dios a sus vidas. (Juan 6:37, 1 Samuel 2:9).


6.- Creemos por tanto que La salvación es un don o regalo de Dios al hombre. No puede obtenerse por piedad, obra, ni mérito alguno personal. La salvación es un acto de la gracia de Dios que se recibe por la fe, y se recibe al momento del nuevo nacimiento, por tanto, sin que implique ningún desarrollo o proceso paulatino con mérito humano. (Efesios 2: 8, 9; Romanos 6: 23; 1 Pedro 3: 18; Romanos 5: 1; Colosenses 3: 2, 3; Romanos 8: 1; 8: 16; Juan 3:3).


  • La imputación de la salvación implica el ser justificados y constituidos hijos de Dios, y esto, por adopción. (Juan 1; 12; 1 Juan 3: 2; Romanos 8: 15, 16; 5: 19).
  • La manifestación visible y tangible de esa gloriosa salvación acontecerá cuando le veamos a Él cara a cara. (1 Juan 3: 2; Colosenses 3: 4).
  • Como resultado de creer por gracia a través de la fe en Jesucristo como Salvador y Señor, nuestros afectos serán cambiados y tendremos frutos dignos de arrepentimiento. A su vez es preciso ser bautizado en agua en obediencia a lo ordenado por nuestro Señor Jesucristo. Esto en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. (Mateo 3:8; 1 Tesalonicenses 1:9; Marcos 16: 16; Hechos 2: 41; 8: 36; 19: 5).
  • El Hombre en su naturaleza caída y para alcanzar segura salvación en Cristo Jesús, debe ser regenerado por el Espíritu Santo, proceso que la Biblia llama también Nuevo Nacimiento, para que pueda ejercer fe y arrepentirse de sus pecados. El Ordo Salutis (órden de la salvación) que creemos es: Elección, Llamado, Regeneración, Conversión, Justificación, Adopción, Santificación, Perseverancia, Glorificación. Todo lo anterior como Fruto de haber escuchado y creído el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. (Juan 3:3; 6 - 7 ; Romanos 10:17 ; Efesios 1. 3-4. ; Romanos 10. 14-15. ; Juan 3. 3-8. ; Santiago 1:18, Romanos 5. 1-10. ; Romanos 8:15 ; 1 tesalonicenses 5. 23-24. ; 1 Juan 2:19. ; 1 Corintios 15. 50 -54).


Eclesiología:

1.- La Cabeza de la Iglesia es su Fundador y Fundamento: El Señor Jesucristo. (Mateo 16: 18; Colosenses 1: 18; Efesios 1: 22; 1 Corintios 3: 11).


2.- La Iglesia de Jesucristo no es una organización sino un organismo vivo, por tanto, compuesta por diferentes miembros, cuales son todas y cada una de las personas que han recibido verdaderamente la salvación. (Hechos 2; 47; Romanos 12: 5; 1 Corintios 6: 15; 12: 12).


3.- La Iglesia de Jesucristo se compone de congregaciones, llamadas también iglesias locales por doquier, todas ellas guiadas por el Espíritu Santo, su real y única cobertura. (Hechos 9: 31; 14: 23; 16: 5; Apocalipsis 2, 3).


4.- El gobierno o cuidado de la iglesia local está establecido por el Señor Jesucristo y es delegado a los ancianos ó pastores (Varones), quienes tienen la responsabilidad en humildad de modelar el evangelio a través de servir, amar, instruir, amonestar, cuidar y pastorear al pueblo de Dios. Estos a su vez ayudados en extensión por los servidores denominados diáconos y siervos. (1 Timoteo 3. 1-13; Tito 1. 5 – 16; Hechos 20:28).


5.- Cada miembro del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, deberá cumplir con los requisitos que la Palabra de Cristo enseña: participar en la asamblea o congregación de Cristo en la adoración a Dios, en la oración, en la ministración de los dones del Espíritu, en la enseñanza, etc. etc. conforme al llamamiento y don de Dios para su vida. (Romanos 12: 4; 1 Pedro 2: 9, 10; 1 Corintios 14: 26).


6.- Cada miembro del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, deberá cumplir en la medida del llamamiento de Cristo en su vida, el ir y predicar el Evangelio, y hacer discípulos en Su Nombre, ministrando bajo la dirección, autoridad y poder del Espíritu Santo, lo que llamamos la Gran Comisión. (Mateo 28: 19, 20; Marcos 16: 15-18).


7.- Cada miembro del Cuerpo de Cristo pertenece al real sacerdocio de Cristo, por tanto, no existe una clase sacerdotal por encima de la del creyente, excepto la del mismo Jesucristo nuestro Sumo Sacerdote. (1 Pedro 2: 9, 10; Apocalipsis 1: 6; Hebreos 4: 14, Mateo 23:8).


8.- Las dos ordenanzas o sacramentos de Cristo a observar por Su Iglesia son: el Bautismo en agua, y la celebración de la Cena del Señor. (Marcos 16:16; 1 Corintios 11: 23-34).


9.- Los creyentes deben llevar vidas de santidad, manifestando un patrón de vida que, de gloria a Jesucristo y honor a la Iglesia, la cual es Su Cuerpo. (Filipenses 4: 8; Colosenses 3: 2, 5).


10.- Los 9 dones del Espíritu Santo descritos en el capítulo 12 de 1ra. de Corintios son vigentes durante toda la era eclesiástica, siendo éstos repartidos por el mismo Espíritu con el fin de edificar el Cuerpo de Cristo. Deben de ser utilizados en orden y siguiendo las instrucciones dadas por el Espíritu Santo por medio del Apóstol Pablo en el Nuevo Testamento. La Iglesia no está desprovista de estos dones. Cuando el Señor Jesucristo vuelva por su iglesia y ésta sea glorificada los dones cesarán (1 Corintios Cap. 12, 1 Corintios 13:8).


11.- Los Apóstoles de Jesucristo sólo fueron los que están descritos en las escrituras, siendo el Apóstol Pablo el último de ellos. Los apóstoles a las Iglesias tal cuales como Silas y Bernabé continúan como ministerio vigente, siendo los misioneros o enviados de hoy en día. El propósito de los 1ros denominados Apóstoles de Jesucristo fue traer fundamento doctrinal, el de los segundos (Apóstoles a las Iglesias) es confirmar a las Iglesias edificando sobre ese fundamento. (1 Corintios 15:8, Hechos 11:22) (Efesios 2:20).


12.- El Señor Jesucristo continúa la obra de edificación de su iglesia siendo él mismo el fundamento, a través de todos los miembros del Cuerpo de Cristo, siendo esto dirigido por el Espíritu Santo y en colaboración por gracia y concesión de los ministerios de Evangelista y Maestro – Pastor. (Efesios 4:11-12).


13.- Los Profetas al estilo veterotestamentario fueron hasta Juan el Bautista. La revelación de todo el Nuevo testamento fue dada por el Señor Jesucristo en su ministerio terrenal y por el Espíritu Santo. Cada uno de los autores tuvieron encuentro directo con Jesús. (Mateo 11:13) (Hechos 9:17) (1 Juan 1:1).


14.- La profecía hoy en día debe ser considerada como el don de hablar o exponer la Palabra escrita, inherrante y suficiente de Dios. Este don nada tiene que ver con nuevas revelaciones ó con nuevos fundamentos doctrinales, los cuales están establecidos en el canon completo de la Biblia. Su propósito es edificar, exhortar y consolar a la Iglesia. Todo sueño, sentir, impresión o visión debe pasar el filtro de la Palabra de Dios y no deben ser considerados como autoritativos o normativos (Romanos 12. 5-6; 1 Corintios 14. 3-4; Hechos 15:32; 1 Tesalonicenses 5:20).


Escatología:

1.- Los muertos en Cristo resucitarán primero, y luego nosotros, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos para recibir al Señor en el aire estando para siempre con el Señor. Seremos transformados al recibir cuerpos glorificados. (1 Tesalonicenses 4: 17; 1 Corintios 15: 51-53; Romanos 8:17).


2.- Todos los creyentes se presentarán ante el tribunal de Cristo, para ser juzgados y recompensados. Algunos, aunque salvos sufrirán pérdida de galardones y otros recibirán las recompensas prometidas y algunas coronas. Así mismo la iglesia del Señor conformada por todos los redimidos por la sangre de Cristo, se presentará a la celebración de las bodas del Cordero. (2 Corintios 5:10; 1 Corintios. 3. 11-15).


3.- En cuanto al regreso del Señor Jesucristo, la Biblia sólo habla de dos venidas o advenimientos del Señor, la primera en relación con el Pecado (morir por nuestros pecados como sacrificio sustituto) durante su encarnación, y la segunda venida (Parusía) para salvar a los que le esperan, atar al diablo y establecer así su reino por la eternidad. (Hebreos 9:28; 1 Tesalonicenses 4. 16 -18, Apocalipsis 20:1 - 4).


4.- Así como se fue, Jesucristo volverá a esta tierra, esta vez en gloria y con todos sus santos, para juzgar a las naciones, echar al lago que arde con fuego y azufre al diablo y a sus huestes, estableciendo así y de facto su reino. (Mateo 25: 31-32; Apocalipsis 19:11; 20: 1 - 4; Daniel 2: 44,45).


5.- Se levantará el Juicio ante el gran trono blanco, y el que se sienta en el juzgará a todos los hombres que hayan existido desde la fundación del mundo. El que no se halle inscrito en el libro de la vida, será lanzado al lago de fuego para tormento eterno. (Apocalipsis 19: 7; 20: 11; Daniel 12: 2).


6.- La promesa de Dios en su palabra es que El ha creado cielos nuevos, tierra nueva y la nueva ciudad “La Nueva Jerusalén” donde moran la justicia y la verdad, estos serán habitados por sus hijos redimidos que le amen, eternamente y para siempre, estando así por la eternidad con su dulce Señor, Redentor y Salvador Jesucristo. (Isaías 65: 17; Apocalipsis 21: 1).




Toda Gloria al Señor Jesús

SOLI DEO GLORIA

México. Tulancingo, Hidalgo.

México. Pachuca, Hidalgo.



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