1. La pornografía.
2. La ideología feminista.
3. La glotonería.
4. La borrachera.
5. Las malas amistades.
Manténte alejado de estas cosas como si tu vida dependiera de ello. Estas cosas destruyen tu capacidad de gobernarte a ti mismo, tus pasiones, tus instintos, tu cuerpo. Pablo, usando la analogía de un corredor de maratón, declara de sí mismo:
– "... así yo golpeo mi cuerpo y lo obligo a obedecerme, para no quedar yo mismo descalificado después de haber enseñado a otros" (1 Cor 9:27).
¡Lucha contra ti mismo!
¡Aprende a gobernar tu cuerpo!
¡Tu lengua, tus ojos, tus manos, tus oídos!
Filtra todo lo que escuchas, y solo conserva aquellas cosas y relaciones que te elevan de lo animal a lo espiritual.
Entonces, serás verdaderamente un hombre varonil: un hombre que sabe dominarse a sí mismo.