HABRÁ SALVACIÓN PARA ISRAEL (con dolor), Y JUICIO CONTRA LAS NACIONES
(Zacarías 14: 1-3) “Profecía de la palabra de Jehová acerca de Israel. Jehová, que extiende los cielos y funda la tierra, y forma el espíritu del hombre dentro de él, ha dicho: He aquí yo pongo a Jerusalén por copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor contra Judá, en el sitio contra Jerusalén. Y en aquel día yo pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos; todos los que se la cargaren serán despedazados, bien que todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella”.
En esta profecía, vemos que Dios no ha terminado con Israel como muchos aseguran, sino que tiene un plan que fue interrumpido cuando la iglesia surgió, y que lo reanudará una vez la iglesia ya no esté aquí en la tierra (Dn. 9: 24-27)
La profecía describe un asedio futuro en contra de la nación de Israel, lo cual indica que tendrá lugar una devastación considerable antes de que haya arrepentimiento y conversión en Israel (Ro. 11: 25-29)
Jerusalén se representa como un cáliz inmenso del que beberán con apetencia las naciones, sólo para terminar ebrias, desorientadas y por ende, presa fácil del juicio divino al final de la septuagésima semana de Daniel (Dn. 9: 27) en la batalla de Armagedón, cuando las naciones se reunirán para atacar Jerusalén (Ez. 38:1–6, 14–16; Dn. 11:40–44; Ap. 9:13–16; 14:20; 16:12–16).
En ese momento se cumplirán las palabras del Señor: “He aquí vuestra casa os es dejada desierta. Porque os digo que desde ahora no me veréis, HASTA que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor” (Mt. 13: 38, 39)
En el momento más crítico, el Israel de Dios emergerá en fe diciendo: “Bendito el que viene en el nombre del Señor”. Recibirán al Mesías.
Habrá juicio contra las naciones, aborrecedoras de Israel, y salvación para Israel, cumpliéndose Romanos 11: 25-29: “Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo, como está escrito:
Vendrá de Sion el Libertador,
Que apartará de Jacob la impiedad.
Y este será mi pacto con ellos,
Cuando yo quite sus pecados.”
Así que, en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son amados por causa de los padres. Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios."
"SOLI DEO GLORIA"
M.R.C.