Tomarte una foto con pastores y maestros prominentes y de fama no te hace más espiritual. Lo que realmente demuestra madurez espiritual es servir y amar tu iglesia local, usando los dones que Dios te ha dado para edificarla sin reservas.
1. La verdadera espiritualidad se demuestra en el servicio Mateo 23:11 – "El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo."
Marcos 10:45 – "Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos."
Cristo mismo nos dejó el ejemplo de que la grandeza en el Reino de Dios no se mide por la fama, sino por el servicio humilde.
2. Dios nos ha dado dones para edificar la iglesia local 1 Corintios 12:4-7 – "Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo... Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho."
Efesios 4:11-12 – "Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo."
Dios nos ha colocado en nuestra iglesia local con un propósito: servir con fidelidad y edificar a otros con los dones que hemos recibido.
3. El reconocimiento humano no tiene valor eterno Gálatas 1:10 – "Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo."
Colosenses 3:23-24 – "Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres."
Tomarse fotos con pastores y maestros conocidos no es malo, pero nuestro enfoque debe estar en agradar a Dios y no en buscar reconocimiento humano.
Conclusión
La verdadera espiritualidad no se mide por la cercanía con líderes famosos, sino por nuestra fidelidad en la iglesia local. Sirve con amor, usa tus dones sin reservas y enfoca tu vida en glorificar a Dios, no en obtener reconocimiento.