La Biblia no es un libro común, sino la Palabra inspirada por Dios, dada a la humanidad como guía perfecta para la fe y la vida. Su autoridad y suficiencia la convierten en el único estándar seguro para conocer a Dios, ordenar nuestros caminos y vivir en obediencia a su voluntad.
1. Inspirada por Dios
La Escritura declara en 2 Timoteo 3:16 que "Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia." Esto significa que Dios dirigió a los autores humanos para escribir su mensaje sin error. No es un libro meramente humano, sino divinamente revelado, transmitiendo la voluntad de Dios de manera clara y confiable.
2. Infalible y sin error
La Biblia es infalible, lo que significa que es completamente confiable y no contiene errores en lo que enseña sobre Dios, la salvación y la vida humana. Jesús mismo afirmó en Juan 17:17: "Tu palabra es verdad." Desde la creación hasta la consumación de los tiempos, la Escritura ha demostrado ser históricamente precisa y espiritualmente inmutable.
3. Autoritativa: La única regla de fe y práctica
La Biblia tiene la máxima autoridad sobre la vida del creyente y sobre toda la humanidad. Como Palabra de Dios, no está sujeta a opinión humana ni a cambios culturales. En Mateo 4:4, Jesús dijo: "No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios", dejando claro que nuestra vida debe depender de ella. Ninguna tradición, filosofía o ideología puede estar por encima de su enseñanza.
4. Suficiente para ordenar los caminos del hombre
Dios nos ha dado en su Palabra todo lo necesario para vivir de manera justa y piadosa. 2 Pedro 1:3 afirma que "su divino poder nos ha dado todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad." No necesitamos revelaciones adicionales ni filosofías humanas para conocer a Dios o encontrar dirección en la vida. La Biblia es suficiente para guiar nuestras decisiones, transformar nuestros corazones y mostrarnos el camino de la salvación en Cristo.
Conclusión
La Biblia es la única regla de fe y vida para todo ser humano. Es inspirada por Dios, libre de error, absolutamente autoritativa y completamente suficiente para conducirnos en verdad. Aquellos que la siguen encuentran luz en su camino (Salmo 119:105), dirección segura y el mensaje de salvación que transforma vidas.