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ISRAEL Y LA IGLESIA, DOS REALIDADES DE DIOS

Leer Daniel 9: 24-27
13 de octubre de 2025 por
Pastor: Luis Eduardo Angeles
En las Setenta Semanas de Daniel, vemos con claridad meridiana los tiempos acerca de Israel y Jerusalén.

Nos dice el versículo 24 que están determinados 490 años (setenta semanas de años) sobre Israel y Jerusalén para que ambos estén listos para entrar en el reino mesiánico sobre la tierra, cumpliendo a cabalidad lo dicho por Isaías 2: 2-4. Básicamente es eso.

Nótese que las palabras de Gabriel a Daniel son estrictamente para Israel y su capital, no para la Iglesia de la cual no hay mención en el AT.

Sin entrar en el detalle acerca de lo dicho por Gabriel, vemos que existe un enorme lapso de tiempo a partir del final de los 483 años (vers. 26), cuando Jesús dijo a la casa de Israel que iba quedarse sin la presencia de Dios (véase Mateo 23: 38, 39), hasta el inicio de la última semana de años del Vrs. 27.

Días después de la resurrección del Señor, nace la Iglesia (Hchs. 2). Con la interrupción del trato de Dios con Israel Su pueblo (por el rechazo del Mesías), Dios hace que surja la Desposada de Su Hijo, la Iglesia, formada por los dos pueblos, judíos y gentiles (Ef. 2: 14)
Vemos clarísimamente la diferencia que hace Dios entre Israel y la Iglesia. Gabriel no menciona a la Iglesia en absoluto en su relato a Daniel. El trato divino hacia Israel se detiene justo antes de la cruz, y se reanudará en un momento dado cuando el séptimo rey (Ap. 17: 10) confirme el pacto con muchos por una semana de años, la última semana de años de las setenta semanas de años (Dn. 9: 27), dando paso al Milenio.

Es evidente que ese lapso de tiempo mencionado de aproximadamente dos mil años, se corresponde al tiempo de la Iglesia, y una vez culmine su tiempo, empezará el último tiempo del trato de Dios hacia Israel y Jerusalén.

Vemos pues que no existe una mezcla entre Israel y la Iglesia. Son entes diferentes. Israel es el pueblo de Dios, todavía dejado de lado, y la Iglesia es la novia de Cristo. Israel tiene herencia en la tierra, la Iglesia en los cielos.

Por otra parte, es imposible que puedan coexistir ambas entidades, ya que cuando vaya a ver el gran despertar espiritual (siempre por fe en Jesucristo) de parte de Israel, si la iglesia todavía estuviera sobre la tierra, todos los convertidos aludidos serían parte de la Iglesia como ocurre actualmente, de ese modo, no se podría cumplir la Palabra del Señor hacia Su pueblo tal y como Gabriel lo dijo.

Entonces, como Israel fue temporalmente apartado para que surgiera la Iglesia, la Iglesia será apartada (llevada a los cielos) para que Israel vuelva a ser pueblo de Dios a todos los efectos.

SOLI DEO GLORIA

¿Y qué del Pueblo Judío y de la Nación actual de Israel?