El papel de la mujer en la obra misionera ha sido fundamental a lo largo de la historia de la iglesia. Desde los tiempos bíblicos, mujeres como Priscila, Febe y Lidia fueron claves en la expansión del evangelio. En la historia moderna, dos figuras sobresalientes en el movimiento misionero bautista son Lottie Moon y Annie Armstrong, cuyas vidas y ministerios dejaron un impacto duradero en las misiones mundiales.
Lottie Moon (1840-1912): Pionera en las misiones en China Charlotte "Lottie" Moon fue una misionera bautista sureña que dedicó más de 40 años de su vida a la evangelización en China. Desde su llegada en 1873, Lottie enfrentó barreras culturales y sociales, pero con valentía se sumergió en la vida del pueblo chino, aprendiendo su idioma y costumbres.
Su legado más importante fue su llamado apasionado a las iglesias en Estados Unidos para apoyar financieramente las misiones extranjeras. Su influencia llevó a la creación de la Ofrenda de Navidad Lottie Moon, que hasta hoy financia misiones internacionales a través de la International Mission Board (IMB). Lottie también promovió el papel de la mujer en las misiones, demostrando que las mujeres podían ser efectivas en las misiones, la evangelización y discipulado de otras mujeres en el campo misionero.
Annie Armstrong (1850-1938): Defensora del apoyo misionero Annie Armstrong fue una líder incansable en el movimiento misionero bautista en América del Norte. En 1888, fundó la Unión Misionera de Mujeres Bautistas (WMU, por sus siglas en inglés), una organización dedicada a movilizar a las iglesias para la evangelización y el servicio.
Annie escribió miles de cartas para recaudar fondos y promover el trabajo de los misioneros. Su legado se consolidó con la Ofrenda de Pascua Annie Armstrong, que sigue siendo una fuente vital de apoyo para los misioneros en Norteamérica a través de la North American Mission Board (NAMB). Su liderazgo y visión fortalecieron la participación de las mujeres en las misiones y ayudaron a establecer una red de apoyo para los obreros en el campo.
Impacto y legado
El trabajo de Lottie Moon y Annie Armstrong demostró que la mujer tiene un papel crucial en la obra misionera. A través de su servicio, ambas inspiraron a generaciones de creyentes a involucrarse en la Gran Comisión, ya sea yendo al campo misionero o apoyando económicamente y en oración. Su legado sigue vivo hoy en la movilización de mujeres en la iglesia y el crecimiento del evangelio en el mundo.