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APOCALIPSIS 13

Primera Parte
8 de noviembre de 2025 por
Pastor: Luis Eduardo Angeles
Estudiemos uno de los capítulos de la Biblia más importantes en cuanto a escatología.

(V. 1) “El dragón se paró sobre la arena del mar”.

Juan ve a Satanás de pie en la orilla del Mar Mediterráneo, el Mare Nostrum de los romanos.

El estar de pie, implica acción por su parte. Aquí toma una posición en medio de las naciones que conforman la orilla del Mediterráneo, y más allá, lo que abarcaba el antiguo Imperio Romano (Ap.17: 15). 

Esto se entiende aquí muy bien: “…el mundo entero está bajo el maligno” (1 Jn. 5: 19b)

Este es un acto futuro.

(Ap. 13: 1, 2) “…Y vi que subía del mar una bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas; en sus cuernos había diez diademas, y en sus cabezas había nombres blasfemos. La bestia que vi era semejante a un leopardo, sus pies eran como los de un oso y su boca como la boca de un león. Y el dragón le dio su poder, su trono y gran autoridad.”

El imperio romano va a revivir. El mar muestra su localización, y veremos que la bestia (un monstruo, lit.), revela su carácter y Juan la describe.

Esta bestia es en parte la suma de los imperios que encontramos definidos en el libro de Daniel, culminando con el cuarto, que se corresponde con la cuarta bestia, a todos los efectos, el imperio romano.

Es decir, este mundo verá que la cuarta bestia (Dn. 7: 7,8) volverá a tener el poder que tenía aunque con división. De hecho, con sus diez dedos (Dn. 2: 42, 43) sostendrá por un tiempo el reino mundial representado por la estatua del sueño de Nabucodonosor. Esos diez dedos de la estatua, también son los diez cuernos (Dn. 7: 7).

Adelanto diciendo que el Globalismo triunfará… aunque sólo por siete años, luego todo terminará.

Veamos la descripción del monstruo.

Tiene diez cuernos:
“Después de esto seguí mirando en las visiones nocturnas, y he aquí, una cuarta bestia, terrible, espantosa y en gran manera fuerte que tenía enormes dientes de hierro; devoraba, desmenuzaba y hollaba los restos con sus pies. Era diferente de todas las bestias que le antecedieron y tenía DIEZ CUERNOS. (Daniel 7: 7)

Aunque Daniel no ve o no describe las siete cabezas, sólo los cuernos, (aunque asegura que era muy diferente a las que había visto antes que ella), no cabe duda que es la misma bestia que ve Juan, en su postrer y definitiva manifestación.

Esos diez cuernos los vemos también aquí, junto con las siete cabezas, en otro lugar:

(Ap. 17: 7-10) "Y el ángel me dijo: ¿Por qué te has asombrado? Yo te diré el misterio de la mujer y de la bestia que la lleva, la que tiene las SIETE CABEZAS Y LOS DIEZ CUERNOS. Las siete cabezas son siete montes sobre los que se sienta la mujer; y son siete reyes; cinco han caído, uno es y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que permanezca un poco de tiempo."

Veremos luego esto más despacio en otro momento.

“Y los DIEZ CUERNOS que viste son diez reyes que todavía no han recibido reino, pero que por una hora reciben autoridad…” (Ap. 17: 12)

Roma tuvo el poder del hierro, siendo una potencia cruel y muy fuerte, pero nunca fue dirigida por diez mandatarios. La última versión de ese imperio que está para surgir, tendrá diez mandatarios.

Respecto a las siete cabezas:
Esta bestia, desde su inicio en adelante, ha tenido seis cabezas y le falta otra cabeza por surgir.

Las siete cabezas indican siete emperadores romanos. Veamos, históricamente el Imperio Romano tuvo trece césares, entre los cuales cinco, para el tiempo de Juan, habían muerto violentamente. Esos cinco emperadores se autoerigieron como dioses, de ahí que tuvieran “nombres blasfemos” sobre sus cabezas.

El término “caído” (Ap. 17: 10) en el original lleva consigo el concepto de muerte violenta.

Con que se trata de la cuarta bestia, y ésta tuvo sus emperadores, los que tenían “nombres blasfemos” y murieron de manera violenta, decimos quiénes fueron:

Julio César, Tiberio César, Calígula, Claudio, Nerón. Estos cinco emperadores asumieron la deidad para sí mismos; requirieron que el pueblo les adorara como a dioses y los cinco murieron de muerte no natural, fuera asesinados o se suicidaron (Watchman Nee)

Domiciano fue el sexto, y estaba reinando durante el tiempo de Juan, también se había deificado y fue asesinado.

El séptimo todavía ha de surgir. La Biblia no nos dice a qué distancia en el tiempo se halla respecto del sexto.

Podemos ver el salto en el tiempo acerca de la cuarta bestia, la cual (el Imperio Romano) dejó de existir como tal, hasta que sea revivido con la persona del séptimo emperador o rey, a la cabeza, aunque por poco tiempo (Ap. 17: 10). Este será el cuerno pequeño, el cuerno 11, de Daniel 7: 7,8.

Este séptimo rey o emperador también morirá de forma violenta, asesinado. Veremos con más detalle esto último.

(V. 2) La bestia que vi era semejante a un leopardo, sus pies eran como los de un oso y su boca como la boca de un león. Y el dragón le dio su poder, su trono y gran autoridad.

Las semejanzas aludidas, se corresponden con las otras bestias (imperios) que fueron antes de Roma. A saber:

Leopardo: Grecia.
Oso: imperio medo persa.
León: Babilonia.

Aunque esos antiguos imperios (bestias) dejaron de tener su dominio, se les “había sido prolongada la vida hasta cierto tiempo” (Dn. 7: 12)

Por tanto, como resultado del “pacto con muchos” (Dn. 9: 27), se levantará la última y definitiva manifestación de la cuarta bestia, encabezada por diez mandatarios o reyes; cinco del occidente y cinco del oriente, correspondiente al territorio del antiguo imperio romano.

Se les unirá el cuerno pequeño (pequeño en cuanto a importancia – esto es- porque tiene un perfil bajo para pasar desapercibido) Dn. 7: 7, 8.

Éste, como decimos, será la séptima cabeza.

De las “alianzas humanas” de esta confederación de naciones (estados) de Dn. 2: 43, que resultará ser la manifestación final del Imperio Romano, como venimos diciendo, surgirá el cuerno pequeño, el séptimo rey (Ap 17: 10)

Esa bestia que surge del mar, es el compendio de los tres imperios descritos en el libro de Daniel, definidos como bestias: Babilonia, Media Persia, Grecia Macedonia, siendo la cabeza de todo, la cuarta bestia con sus diez mandatarios.

Esta última manifestación de la cuarta bestia no tendrá la coexistencia y unidad de la primera versión de la misma, la Roma antigua, ya que “será un reino dividido; mas habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste hierro mezclado con barro cocido” (Dn. 2: 41)

La cuarta bestia ha estado latente a través de los siglos, y espera resurgir a través del poder de los diez cuernos y del cuerno pequeño o séptimo rey. Recordemos que esos diez cuernos se corresponden con los dedos de los pies de la estatua del sueño de Nabucodonosor (Daniel 2). Es decir, 5 + 5. Cinco de occidente y cinco de oriente, basado en el territorio del antiguo Imperio romano.

En definitiva, el gobierno humano, bíblicamente, quedará establecido por esos diez reyes o cuernos, más la séptima cabeza (séptimo rey), llamado también el cuerno pequeño. Tendrán poder por sólo “una hora”, es decir, poco tiempo, básicamente lo que dure la última semana de años, siete años, finales (Dn. 9: 27)

¿Cuándo ocurrirá esto? No sabemos exactamente cuándo, pero sí podemos creer que ocurrirá una vez la iglesia ya no esté sobre el planeta, para iniciarse los últimos siete años antes de la venida en gloria de Cristo.

Continuará...

Soli Deo Gloria

El arrepentimiento no es fácil